jueves, 15 de abril de 2010


En la suite 16, lo que empieza no termina, del mini bar al edén. Y en muy mala compañía. Era ese sabor en tu piel, a azufre revuelto con miel así que me llene de coraje y me fui a caminar por el lado salvaje. Pensé "no me mires así", ya se lo que quieres de mi, que no hay que ser vidente aquí. Para un mal como tu no hay cuerpo que aguante. Lo hecho está hecho, volví a tropezar con la misma piedra que hubo siempre, se siente tan bien todo lo que hace mal, y contigo nunca es suficiente. ¿Como fue?, ¿Que paso esa noche? Impaciente. Fueron a llamar
La de recepción, cuando se quejaban de la 17. No puede ser nada normal, acabar eligiendo tan mal.
En materia de hombres soy toda una experta siempre en repetir mis errores, no hay ceguera peor que no querer mirar. Cuando te guardabas el anillo dentro del bolsillo y dejarlo pasar.

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